EL ORIGEN DE LA VIDA
PRIMEROS INDICIOS DE VIDA
La Tierra se formó hace
4.600 millones de años. Cerca de 1000 millones de años más tarde ya albergaba
seres vivos . Los restos fósiles más antiguos conocidos se remontan a hace
3.800 millones de años y demuestran la presencia de bacterias, organismos
rudimentarios procariotas y unicelulares.
Muy recientemente se han
descubierto pruebas de vida aún más antiguas en forma de indicios de actividad
fotosintética con una antigüedad de 3.850 millones de años.
Las condiciones de vida en
esa época eran muy diferentes de las actuales. La actividad volcánica era
intensa y los gases liberados por las erupciones eran la fuente de la atmósfera
primitiva, compuesta sobre todo de vapor de agua, dióxido de carbono,
nitrógeno, amoníaco, sulfuro de hidrógeno y metano y carente de oxígeno.
Ninguno de los organismos que actualmente vive en nuestra atmósfera hubiera
podido sobrevivir en esas circunstancias. El enfriamiento paulatino determinó
la condensación del vapor y la formación de un océano primitivo que recubría
gran parte del planeta.
APARICION DE LAS MOLÉCULAS
BIOLÓGICAS
La primera teoría coherente
que explicaba el origen de la vida la propuso en 1924 el bioquímico ruso
Alexander Oparín. Se basaba en el conocimiento de las condiciones
físico-químicas que reinaban en la Tierra hace de 3.000 a 4.000 millones de
años. Oparin postuló que, gracias a la energía aportada primordialmente por la
radiación ultravioleta procedente del sol y a las descargas eléctricas de las
constantes tormentas, las pequeñas moléculas de los gases atmosféricos
(oxígeno, metano, amoníaco), dieron lugar a unas moléculas, cada vez más
complejas, eran aminoácidos (elementos constituyentes de las proteínas) y
ácidos nucleicos. Según Oparin, estas primeras moléculas quedarían atrapadas en
las charcas de aguas poco profundas formadas en el litoral del océano
primitivo. Al concentrarse, continuaron evolucionando y diversificándose.
Estas hipótesis inspiró las experiencias
realizadas a principios de la década de 1950 por el estadounidense Stanley
Miller, quien recreó en un balón de vidrio la supuesta atmósfera terrestre de
hace unos 4.000 millones de años (es decir, una mezcla de metano, amoníaco,
hidrógeno, sulfuro de hidrógeno y vapor de agua). Sometió la mezcla a descargas
eléctricas de 60.000 V que simulaban tormentas. Después de apenas una semana,
Miller identificó en el balón varios compuestos orgánicos, en particular
diversos aminoácidos, urea, ácido acético, formol, ácido cianhídrico y hasta
azúcares, lípidos y alcoholes, moléculas complejas similares a aquellas cuya
existencia había postulado Oparin.
PRIMERAS CÉLULAS
Todos los seres vivientes
están formados por células cada una de ellas encerradas en una membrana rica en
lípidos especiales que la aísla del medio externo. Estas células contienes los
ácidos nucleicos ADN y ARN, que contienen la información genética y controlan
la síntesis de proteínas.
Pueden formarse membranas
lipídicas en ausencia de vida. Esto ya lo demostró Oparin, quien, en efecto,
obtuvo en el curso de sus experimentos medio ricos en moléculas biológicas
separadas del medio acuoso por una membrana rudimentaria. Estas
"gotitas", a las que llamó coacervados, recuerdan a células
rudimentarias. Otros investigadores han obtenido también estructuras similares.
La teoría de Oparin se vio reforzada por los descubrimientos de un paleontólogo
francés que identificó estructuras de este tipo con una antigüedad de 3.000
millones de años; se llaman cocoides, y se consideran antepasados de las
bacterias.
Así, la primera forma
de vida terrestre probablemente fue una célula simple que encerraba un ácido
nucleico similar al ARN dentro de una membrana rudimentaria ESTUDIANTES OBSERVANDO VIDEOS SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA